Un apunte a los venideros en estas tierras, el amar no se siembra frente a una pantalla luminosa, sino con dulces besos en su mejilla dorada por el alba de un día perfecto a su lado.
En estas tierras abundan aquellos atardeceres del alba si se cultivan con un continuo riego y abono de los días.
Si al final consigues aquel atardecer en el alba de su corazón, entonces te sentirás completamente realizado a su lado.
Y ahora seras liberado de este peso tan grande que es ser Abanderado de la Eternidad, podrás volar de este Reino de la Eternidad.
Habrás consumido la deuda con El Pagano, Conde de la Eternidad.
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