Ante esta preciosa luna de Noviembre, hago jurar, con mi espada y escudo, que yo El Pagano volví a ver el sentido de esta vida cuando mis ojos necesitaron volverse para mirar.
Desnudarme con solo tocar esa mirada de ángel endemoniado, mis blandidos no hacen nada en tu piel.
Mis escudos y espadas con las caricias, gemidos y besos, en el monte de Venus fueron forjados por tus líquidos fluviales y al rojo vivo de tu persona. Con lo que hoy llego a formar con tus caricias es dar mi vida por ti.
Porque tú eres mi doncella, y por sencilla razón daré mi vida por ti.
Hoy, día 25 de noviembre de 2012 he vuelto a recordar lo que paso hace tres largos y tristes años de mi vida ya... La única persona a la que he amado con locura se marcho para no volver a mirar atrás ni un solo momento.
La Rosa de los Vientos marchó con su semblante blanco pero a la vez rosado, de estas lindas y verdes praderas que recuerdo y tras su ida, esos mismos prados ahora yacen entre tinieblas y desesperación, blancas como la cal.
Nunca he dado el porque de ese nombre, y porque no dar el nombre de quien era, el nombre seguirá siendo un secreto que me llevaré a la tumba, y el porque es muy sencillo, nuestro primer beso fue con la melodía y los últimos compases de La Rosa de los Vientos de Mägo de Oz, de ahí viene ese estupendo nombre y que me sigue cautivando.
La noche decae en estos paramos ya son las tres de la mañana y en mis auriculares suenan Noches de Bohemia, la cual hace que las lágrimas tornen su curso por mi triste cara llena de cicatrices de las batallas que he librado por la senda de esta vida.
Hace ya meses sino digo años, que destruí toda foto y lo único que me quedan son aquellos origamis con los que intento conquistar a otras damas para que me amen, pero como siempre esto es una misión imposible, y ahora aún más ya que directamente ni salgo de casa por las noches, mis amigos ya no están ni aqui, ahora mismo el propio Conde de la Eternidad muere en su interior.
Otro año más te recuerdo, con ese resquicio de que vuelvas...
El amor, es como un verso sabes donde empieza, pero no donde termina.
