11 de febrero de 2012

Carta al cielo

Me puedes explicar porque no puedo vencer a ese muro que tengo todos los sábados que no puedo ni destruir ni saltar siempre me quedo parado delante de él. Es ese, el miedo que tras tantas desilusiones no me deja volver hacia adelante un paso y otro más.

Después están ellos, porque no soy capaz de olvidarme de ellos de una vez de mi vez, porque no puedo eliminarlos de mi mente como ellos habrán hacho conmigo, porque yo no puedo.

Si no estuvieran delante de mí cuando salga de fiesta, algo podría cambiar en ese muro imposible de pasar.

Si pudiera hacer un pacto con el mismo diablo, solo le pediría volver a poder amar a alguna persona.

Te explico porque me pasa esto, yo me fije en una chica en Nochevieja y me gusto. Entonces me encandilo las dos cosas que me encantan de una chica (no pienses mal) no soy el típico chico que se va a lo más esencial de una chica, voy a lo más raro pienso yo, a sus preciosos y penetrantes ojos; y su sonrisa.

Entre unas y otras cosas no pude ni entablar un hola con ella, hasta después de las cuatro de la mañana de ese 1 de enero de este mismo año.

Ese fue el último día que salí, hasta ayer. Cuando esa salida en mi casa se convirtió en una cuestión de estado por parte de mi familia, pensé esta es la mía para conseguir a alguien y porque no a Marta, pero mi grata sorpresa fueron ellos, porque no se pueden meter en otro sitio y dejarme de una vez en paz.

De lo único que debo recordar fue que uní por mi ya famosa cita, a dos personas.

El amor, es como un verso, sabes dónde empieza, pero no donde acaba.

Solo pedí una balada de Mägo de Oz ‘Desde mi cielo’, para poder decir esa cita y pedirla un baile, pero para que iba a pedirla un baile sino sé ni bailar, y entonces fue cuando todo lo que tenía ganado o superado se derrumbo y empezaron a asolarme las dudas y entrame un pánico total.

Creo que la culpa de todo lo que me pasa es mía, ya que yo solo me tiro las piedras y me entierro yo solo.

Pero debo decir, que yo no hago nada para nadie, que lo único que hago bien es ser un sujeta vela, y así nunca conoceré a nadie.

Al final de la noche, después de salir de allí. Empecé a escribir y lloré por algo que no se cómo podre superarlo.

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