Ya que tengo muchas cosas que hacer, como estudiar y hablar de temas, no menos importantes de mi vida.
Aquí os dejo, el poema.
Sus troncos son inmensos,
desde las raíces,
escalé y llegué a los senderos
donde se esconde, el mismo Lucifer.
Allí, observé las montañas,
que sus cumbres,
son de oro blanco.
Tome cumbre, en la ladera,
y deslumbré la ciudad perdida,
aquello era imposible de alcanzar.
Solo quería llegar,
a verla, una vez más,
a mi querida...
La llave eres tú |
Ese cofre, en el cual contiene mi sentimiento de amar, la llave para abrirlo es la mujer que me llene activamente de amor.
El Pagano, 1 de Mayo de 2011.
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